KRINGS, ANTOON
Ernesto Castor no quería hacerse mayor, pero sus padres consideraron que había llegado el momento de que formara su propia familia y, para ello, debía construir su futuro hogar. Así pues, siguiendo las instrucciones de sus progenitores, Ernesto salió al bosque en busca de un árbol para conseguir la madera para su casa. En este proceso hizo dos buenos amigos, la osita y el señor Búho, quienes le ayudaron a construir su cabaña en la orilla del río. Un día más tarde, el río se llevó la casita del castor a la otra orilla y la osita, al no encontrarlo, pensó que había perdido a su nuevo amigo. Cuando finalmente se reecontraron supieron que nunca más se separarían.