Camino con sus botas los pocos pasos que quedaban y encontró una casa.
Era pequeñita.
El soldadito llamo a la puerta.
Nunca había llamado en su vida.
Artículos relacionados
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información