A Yoon, una niña coreana que ha emigrado a un país occidental, no le gusta ver su nombre en un idioma que no es el suyo. Durante los primeros días de escuela, Yoon no se adapta, se siente sola y sólo piensa en volver a Corea con su familia. Poco a poco, llegará a comprender que quizás lo diferente también pueda ser bueno.
Este libro trata del difícil proceso de adaptación de una niña que va a vivir lejos de su país, pero también de la riqueza cultura conlleva valores de integración y de respeto.