JIMMY LIAO
Hola a todo el mundo, me llamo Perfecta Nueno. Ese es el nombre que me pusieron mamá y papá. Dicen que cuando yo era niña, tanto de cara como de espalda, despierta o dormida, riendo o llorando, les parecía perfecta.
El nombre perfecto varía en función de la persona.
¿Por qué papá y mamá me pusieron ese nombre?
Perfecta, menuda tontería: la gente siempre se ríe de mí.
Yo creo que papá y mamá no lo hicieron con mala idea, pero, por desgracia, se trataba de mí
En cuanto cumpla los dieciocho, me voy a cambiar el nombre por uno que sea perfecto de veras para mí. En definitiva, ¿cuál podría ser?
El constante afán de perfección. ¿Quién es realmente perfecto? ¿Ser perfecto te hace feliz? ¿Las personas demasiado perfectas no resultan molestas?
Me da miedo convertirme, sin darme cuenta, en una persona ultraperfecta. Estoy tan cansada que tengo ganas de gritar: «¡No soy una niña perfecta!».